El verano ya está aquí y el calor suele pillarnos desprevenidos. Nuestras mascotas tienen sus propios recursos para enfrentarse a las altas temperaturas, pero dependiendo de su condición, edad, peso, raza y del lugar en el que nos encontremos, estos recursos pueden no ser suficientes.
Para ayudarles a sobrellevar el calor, te voy a dejar una serie de consejos que a mí me han sido muy útiles en estas fechas y que practico en casa todos los veranos.
- Siempre agua. Poner agua limpia y fresca a disposición. Distribuyendo más bebederos por la casa, preferiblemente de cristal o cerámica. Otra opción es disponer de agua en movimiento, de un grifo, por ejemplo.
- Más cantidad de comida húmeda. Incrementar las raciones de comida húmeda versus pienso seco ya que favorece la hidratación, mejor a temperatura ambiente .Complementar con snacks líquidos. Ya que muchos gatos beben menos agua y obtienen ese aporte de la comida húmeda o snacks líquidos.
- Descanso durante el día. Evita los juegos, salidas y/o actividades intensas durante el día. Ofrece un espacio lo más fresco posible a tu gato, dentro de la casa, ya que él mismo intentará gestionar las horas más calurosas del día durmiendo.
- Ambiente fresco.Si tu casa es especialmente calurosa, trata de mantenerla fresca bajando la persiana por el día y abriendo las ventanas por la noche, siempre que estén debidamente protegidas si vives en altura. Si no dispones de aire acondicionado puedes ayudarte con ventiladores para que circule el aire. Procura no dejar que tu gato se tumbe al sol en una ventana o en el exterior, si tiene acceso, en las horas más calurosas.
- Cepillado. Mantén su pelo cepillado y sano, retirando todos los nudos, enredos y pelo muerto que sea posible. Un pelaje y piel cuidados son imprescindibles para que ellos puedan regular su temperatura. En la medida de lo posible, debe respetarse la longitud de su pelaje, ya que cortarles el pelo supone para muchos de nuestros gatos una experiencia negativa.
- Caricias refrescantes. En los días más calurosos, yo suelo humedecer el pelo de mis gatos con mis propias manos: las mojo debajo del grifo o me ayudo con un cuenco de agua donde las voy metiendo y, con las manos mojadas, les acaricio suavemente por todo el cuerpo, despacito y sin molestarles, lo justo para que se sientan más frescos. Nunca debemos hacer esto con un spray o pulverizador, ya que es algo que molesta a la mayoría de los gatos.
- Espacios para chapotear. En el plato de ducha o la bañera, incluso en el lavabo, puedes dejar un poquito de agua, lo justo para que metan los pies a chapotear o incluso se tumben. No a todos los gatos les gusta, pero hay algunos a los que esto les encanta.
- Piscina. Si tienes terraza o jardín, puedes ponerle una piscina para mascotas. Las hay para gatos y perros, de distintos tamaños y materiales. Intenta no llenarla demasiado, a muchos gatos les gusta chapotear pero a muy pocos les gusta nadar. También puedes meter dentro peces robóticos, que nadan en contacto con el agua, y le añades a la experiencia un incentivo muy divertido y estimulante para tu gato.
- Helado de caldo de pollo. Puedes hacer caldo de pollo y congelarlo en una cubitera de hielos, para ofrecérselos a tu gato congelados en un tazón para que se pueda refrescar con su helado de caldo de pollo.
- Cubitos de hielo en el agua. Distribuye más bebederos por la casa, a poder ser de cristal o cerámica, y añade en alguno de ellos cubitos de hielo para refrescar el agua.
- Esterilla refrigerante. Existen en el mercado camas o alfombrillas refrigerantes para gatos y perros, algunas pueden incluso meterse en el congelador o el frigorífico, de esta forma podrás ofrecer a tu gato un lugar realmente fresquito en el que tumbarse. Un sistema casero y casi igual de efectivo es ponerles una toalla húmeda en el suelo que puedes refrigerar previamente en la nevera.
- Sorbete de carne. Otro truco para el combatir el calor es guardar su lata o carne cruda (dependiendo del tipo de dieta que aportemos) unas horas en el congelador y ofrecérsela a nuestro gato a medio descongelar.
No debemos olvidar que el mayor riesgo que pueden correr nuestras mascotas, en momentos de exposición a altas temperaturas, es un golpe de calor y/o la deshidratación. Los síntomas que nos pueden alertar son: excitación nerviosa, vómitos, jadeos, salivación excesiva, desorientación, dificultad para respirar, temblores, pérdida de equilibrio, fiebre, desvanecimiento… Si tu gato muestra cualquiera de estos síntomas, debes envolverlo en una toalla húmeda fría y acudir rápidamente al veterinario.
Debemos poner especial cuidado en los animales más jóvenes, en los más mayores, los que tengan sobrepeso, dificultades para respirar o padezcan alguna enfermedad.
Espero que estos consejos te ayuden a disfrutar de la temporada estival junto a tu gato.