Cómo jugar con nuestro gato
17 noviembre, 2020
17 noviembre, 2020
Nuestro modo de vida actual requiere muy a menudo que seamos nosotros los encargados de cubrir las necesidades de juego de nuestro felino, ya que muchas veces no tienen un compañero de su especie con el que jugar, ni acceso al exterior donde poder practicar sus rituales de caza.
El juego forma parte del lenguaje natural del gato y empieza a edades tan tempranas como las tres o cuatro semanas de edad. El gatito empieza a practicar sus primeros juegos, con sus hermanos y a otro nivel con su madre. Estos primeros juegos son muy torpes, pero pronto irá adquiriendo destrezas muy útiles para su etapa adulta. El juego será imprescindible para que el gato adquiera buenos hábitos en su lenguaje social y, especialmente, para adquirir habilidades de caza.
El juego es un estímulo muy positivo para nuestro gato, pero muchas veces cometemos errores que generan problemas en su comportamiento más o menos graves. Por este motivo es muy importante aprender a reconocer las cosas que no debemos hacer, es decir, cómo NO jugar con nuestro gato.
Para saber cómo SÍ jugar con nuestros gatos debemos fijarnos en cómo lo hacen en su estado natural, algo parecido a su ritual de caza.
Un gato es sigiloso, cuando descubre a su presa se esconde, se agazapa, se toma su tiempo y se va acercando sin que la presa lo perciba (esta primera parte del ritual responde a estímulos más mentales que físicos) y cuándo la tiene a tiro se abalanza de un salto sobre ella. Si consigue dar caza, muchas veces el juego continua con la presa bajo control, herida o muerta, pueden lanzarla y jugar un rato antes de comérsela.
Los gatos son cazadores indiscutibles y sus juegos tienen alguna relación con su ritual de caza. Entendiendo bien esta base, solo tenemos que aplicar la lógica a la hora de saber cómo SÍ jugar con nuestro gato, podéis ser creativos.
Compartimos la vida moderna con pequeños felinos y sus maravillosos instintos. Es muy importante cubrir sus necesidades, incluida la que le define como cazador y que expresa a través del juego.
Esta aclaración puede no parecer importante. Pero si compartes tu vida con un perro sabrás que la raza, el tamaño y la edad van a determinar muchas cuestiones del día a día. Vamos a dar respuesta a algunas de las preguntas que se hacen los dueños de perros pequeños.
Los dueños de gatos solemos entrar en sintonía con ellos. Pero muchas veces nos relacionamos desde nuestra mentalidad humana, sin tener en cuenta su lenguaje corporal. Hay un entendimiento mutuo no hablado que podemos enriquecer conociendo mejor cómo se comunican ellos. Y es que una parte importante de su lenguaje lo hablan con su manera de colocar o mover la cola.
Su aspecto es adorable y basta pasar un rato con ellos para darse cuenta de lo listos que son. Los hámsteres son una especie más compleja de lo que se piensa y necesitan atención y muchos cuidados. ¿Quieres compartir tu vida con uno o varios de ellos? Antes tienes que leer este artículo.