Consejos para jugar con tu perro en el agua
10 julio, 2019
10 julio, 2019
Existen numerosas pautas a tener en cuenta cuando vamos a la playa, al río, o cualquier espacio abierto con nuestro perro. A continuación, una serie de consejos que te facilitarán jugar con tu peroren el agua.
Nuestro perro deberá estar bajo continua supervisión, con el tiempo iremos viendo cómo se desenvuelve nuestra mascota en el medio y cómo podemos ayudar a mejorar su conducta.
Si vamos a la playa, deberemos tener especial cuidado con:
Como hemos comentado anteriormente en el blog, es muy importante en cualquier caso, llevar agua siempre con nosotros. Pero cuidado, deberá permanecer hidratado bebiendo pequeñas cantidades cada cierto tiempo, ya que una ingesta excesiva de agua podría sentarle mal a nuestro amigo de cuatro patas.
En la piscina, tendremos cuidado también con la ingesta de agua, ya que tiene una alta concentración de cloro, además de otros químicos y posibles bacterias o parásitos. Nuestros animales podrían enfermar si bebieran esta agua.
Como veis son unos cuantos puntos a tener en cuenta, pero no nos debemos alarmar, solo hay que prestar atención. Hay perros que llegan a la playa o a la piscina y saben comportarse perfectamente y hay otros a los que tendremos que enseñar y educar.
Hay multitud de juegos que podemos poner en práctica:
Para mí los juegos que se llevan la palma serían los de equilibrio. Ya sea con colchonetas que no se pinchen o con tablas de surf. En este último caso, cuanto más ancha y larga sea la tabla más fácil será mantener el equilibrio en ella.
A continuación explicaré cómo llevar a cabo estos juegos de equilibrio:
Primero, enseñaremos las órdenes en tierra y siempre con ayuda de premios: “sube”, “baja”, “quieto”… Debemos evitar el modo “metralleta”, yo así lo llamo cuando el dueño empieza: “sube”, “sube”, “sube”, “sube”, “sube”… Hay que dejarle pensar… “sube”, señalamos la tabla, no hace nada… le pasamos el premio por el hocico y lo guiamos encima de la tabla mientras decimos “sube”… ¡está encima! Le damos el premio.
Cuando ya tenemos esto, seguimos con el “quieto” encima de la tabla. Para mi este ejercicio es en el que más tranquilo debemos estar ya que la excitación genera movimiento. ¿Cómo? En una mano el premio, la otra delante de su cara en modo de “para”, si no se mueve le damos el premio y lo vamos distanciando en el tiempo. Ya casi lo tenemos, ahora al agua. Si la cosa se complica, ante la frustración siempre ríete, él quiere agradar, el error está en tí que no sabes explicarle bien el ejercicio. Cuando tengáis esto normalizado podéis cambiar el premio por una caricia o su juguete preferido.
Yo me voy corriendo al agua, ¡que con estos calores es lo que apetece! Mucho ánimo para todos, pasadlo bien en el agua y tened cuidado. Y recordad: proteged a vuestro perro del sol, ellos también se queman.
Compartir nuestro día a día con un perro es una experiencia satisfactoria, independientemente de su tamaño, pero si nos decantamos por un perro de tamaño pequeño nos aportará una serie de ventajas añadidas que a continuación te explicamos.
Al igual que las personas, todas las mascotas, no sólo los perros, deben tener una actividad física para conseguir un bienestar animal adecuado, tanto a nivel físico como mental.
Los dueños de gatos solemos entrar en sintonía con ellos. Pero muchas veces nos relacionamos desde nuestra mentalidad humana, sin tener en cuenta su lenguaje corporal. Hay un entendimiento mutuo no hablado que podemos enriquecer conociendo mejor cómo se comunican ellos. Y es que una parte importante de su lenguaje lo hablan con su manera de colocar o mover la cola.