El lenguaje del gato
23 septiembre, 2019
23 septiembre, 2019
El ‘lenguaje no verbal’ de nuestros gatos resulta realmente fascinante. En función de su situación ambiental se verán distintos comportamientos. El lenguaje en un gato doméstico no es el mismo que en un gato feral ni con los humanos ni tan si quiera con sus mismos congéneres.
El nombre de estos adorables animales deriva de su comunicación vocal, así los antiguos egipcios llamaban al gato “Miu” y los chinos “Mao”. Dentro de la comunicación felina, podemos definir su comportamiento en los siguientes apartados:
Los gatos no maúllan para comunicarse entre ellos. Tan solo lo hacen en su etapa neonatal para comunicarse con su madre y hermanos.
Son animales bastante silenciosos y sus maullidos con ese toque infantil tan característico van dirigidos a los humanos. Solo ante algunas situaciones límite, como una disputa o una situación de reproducción podremos escuchar ciertos “gritos de guerra”, pero no es lo normal.
Su mayor característica vocal es su sorprendente capacidad para el ronroneo. La gran mayoría de la comunidad amante de los gatitos está de acuerdo en que se podría catalogar como el sonido universal de la paz. Ese peculiar “ronquidito” lo emiten generalmente en situaciones agradables, pero también en otras algo más complicadas (enfermedad, estrés…). Es por ello, que deberíamos entender el ronroneo como una acción en la cual el gato está relajado, intenta relajarse o está en proceso de ello.
Se podría considerar a esta especie como la especie maestra en expresión corporal. Cola, pupilas, rostro, vibrisas (bigotes), orejas, lomo, rapidez o lentitud de movimiento…poseen un sinfín de recursos para transmitirnos su estado de ánimo.
Un ejemplo de comportamiento curioso es observarles olisqueando alguna zona donde probablemente haya estado otro animal. Se ve cómo se les entre abre la boca, arrugan la nariz y miran al infinito. Lo que le pasa a nuestro amiguito tiene explicación, el denominado Reflejo de Flehmen, es simplemente un reconocimiento a nivel hormonal para identificar a sus semejantes. El gato aspira y envía ese olor a la boca, a un órgano que se denomina órgano vomeronasal. Además, resulta que la orientación de sus bigotes es una vía no solo para reconocer su estado de ánimo, sino también para transmitirlo.
El misterioso y apasionante ojo del gato es otra de las muchas herramientas que nos indicará situaciones por las que pasa su estado de ánimo. La dilatación de la pupila en condiciones de alta luminosidad puede ser un indicativo de una situación de excitación tanto por algo agradable como por algo amenazante.
Quizás esta sea la forma de comunicación más reconfortante para los humanos.
Las caricias son algo muy enriquecedor para ambas especies y denotan un nivel mutuo de confianza. Ellos las adoran, al igual que adoran recostarse o dormir con humanos, tal y como lo hacían de cachorros con su madre. De la misma manera que nosotros los acariciamos, ellos también nos “acarician”. Muchas veces cuando se están acicalando nos hacen cómplices de ese ritual, y nos lamen. Quizás su lengua, diseñada para peinarse, pueda resultarnos áspera, pero se trata de una acción que simboliza cariño, una forma de caricia, como rozarnos con su cuerpo o rodearnos con la cola.
Cuando se acercan a ti y establecen contacto “nariz a nariz” se traduce como un cálido saludo, suele ir precedido de un frotamiento corporal. Ese contacto es muy similar a las acciones humanas: besar, abrazar… estos amigables animalitos saben expresar su amor tanto como los humanos.
Esta sin embargo, puede resultar la forma más molesta o “incordiosa” para los humanos, pero forma parte de todo un ritual felino. Los marcajes más habituales son:
Como veis, tienen multitud de maneras de expresarse. Podrían escribirse infinidad de artículos sobre ello con todos los estudios realizados, y sobre todo con las experiencias de las personas que conviven o cuidan de ellos en colonias ferales.
Definitivamente, el gato, al igual que su lenguaje, es único.
No es una pregunta difícil si ya tienes cierta experiencia con estas pequeñas mascotas, pero si eres nuevo en esto de tener cobayas, necesitarás una serie de pautas y consejos para conseguir que tu mascota se mantenga limpia y sana.
Las vacaciones de verano llegan a su fin y volvemos a la rutina del trabajo. El regreso a la oficina no solo nos afecta a nosotros, también a nuestras mascotas, que ya se habían acostumbrado a pasar más horas con nosotros. Una posible opción para sobrellevar mejor la vuelta es que nuestro perro nos acompañe al trabajo.
Las mascotas son fuente inagotable de alegría y diversión para aquellos que compartimos vida con ellas, y su comportamiento nos arranca más de una carcajada y seguro que bigotes o pelos nos han provocado cosquillas más de una vez, pero ¿y ellos? ¿experimentan cosquillas?