¿Es tu perro potencialmente peligroso?
3 marzo, 2020
3 marzo, 2020
Las siglas PPP se utilizan en España para denominar a determinadas razas de perros “potencialmente peligrosos” pero ¿puede haber nacido tu perro siendo peligroso por pertenecer a una determinada raza? Vamos a verlo.
La normativa vigente cataloga razas y características morfológicas determinadas, para intentar detectar qué perros pueden ser un riesgo para la sociedad, aunque no hayan dado ningún indicio. Sin embargo, son muchos los expertos que afirman que ningún can nace siendo peligroso y que su comportamiento a medida que crece vendrá determinado por su educación.
Y es cierto que una correcta educación y socialización desde cachorros puede prevenir comportamientos agresivos en el futuro, al igual que, y del mismo modo, se puede educar a un perro de una raza considerada inofensiva para provocar conductas violentas.
Lo que sí es cierto, es que la mordedura de un perro pequeño y débil, será mucho menos grave que la de un perro grande y fuerte, así que las legislaciones vigentes en las distintas comunidades autónomas intentan paliar la posible irresponsabilidad de los dueños de perros con características físicas más portentosas.
Muchos veterinarios insisten en que la forma que tienen estos códigos de definir como potencialmente peligrosos a unos perros y otros por razas y cruces es incorrecta, ya que deja a muchos individuos potencialmente peligrosos al margen y estigmatiza a otros muchos sin necesidad.
En los últimos años se propone como línea de trabajo la realización de tests a todos los perros mayores de cierta edad y que superen un determinado peso, identificando así rasgos de agresividad en su conducta de forma precoz.
Si de verdad queremos a nuestro peludo, es nuestra responsabilidad ocuparnos desde que llega a nuestra casa, de que su conducta sea adecuada no solo con nosotros sino también en sociedad.
Para esto, es muy importante que desde cachorros (idealmente antes de los dos meses de edad) tengan experiencias positivas con otros animales y personas de diferentes ámbitos, para que aprendan a confiar y no desarrollen miedos, causa muchas veces de su agresividad.
Si nuestro perro no experimenta este tipo de situaciones desde pequeño, normalizándolas, vamos a encontrar mucha más dificultad a la hora de enseñarle a adaptarse a ellas. Esto no es imposible, así que no pierdas la esperanza si adoptas a un perro con problemas de socialización y buscas ayuda.
Un perro no se volverá agresivo de la noche a la mañana, sino que su comportamiento será producto de la repetición. Aprender a identificar los sentimientos que hacen sentir a nuestro amigo mal e inseguro y no reforzarlos, será fundamental para convivir con un perro adulto sano y equilibrado.
Confiando en él, dejando que interaccione con animales y personas a su alrededor sin transmitirle miedos y enseñándole qué acciones están bien y cuáles no, tu perro crecerá feliz sea de la raza que sea y esa felicidad se traducirá en un buen comportamiento.
Los perros, conocidos como los mejores amigos del hombre, han sido nuestros compañeros leales a lo largo de la historia y hoy en día sabemos que su comportamiento puede variar considerablemente dependiendo de factores como la raza, la edad, el ambiente y la forma en que se crían y su historia individual.
Los gatos poseen ciertos mecanismos de defensa frente a situaciones adversas, en especial para épocas de poco alimento o de alta competitividad dentro de la manada. La bolsa primordial es una de ellas: se trata de una zona en el bajo vientre, casi entre las patas traseras, en la parte más superficial y fuera de la cavidad abdominal, cubierta de piel y con acúmulo de grasa, que le permitirá obtener energía cuando sea necesario, como puede ser en inviernos duros o situaciones con escasa comida.
Los hámsteres son conocidos por su naturaleza solitaria y territorial, algo que plantea dudas sobre su capacidad para convivir con otros de su especie. Aunque algunas razas como los hámsteres enanos pueden mostrar preferencias por la socialización, en general estos roedores deben vivir en solitario para evitar el estrés y la violencia.