Mascotas y bebés
10 agosto, 2020
10 agosto, 2020
Bebés y mascotas son adorables por igual, pero es normal tener dudas a la hora de imaginarles conviviendo. ¿Tendrá celos mi perro o gato de mi bebé recién nacido?
¿Es cierto que perros y gatos aumentan el riesgo de alergias? ¿Qué precauciones debo tener si mascotas y bebés comparten espacio? Veamos algunas recomendaciones.
Es normal que nuestra mascota se sienta algo celosa ante la llegada de un bebé a casa, el pequeño acaparará gran parte de la atención y las rutinas de la familia. Por este motivo, debemos prepararla (y prepararnos) desde meses antes del parto para que los cambios sean algo más graduales.
Si nuestro perro o gato duerme con nosotros y, al llegar el recién nacido queremos que deje de hacerlo, es fundamental que el traslado a otra estancia ocurra tiempo antes de la llegada del nuevo miembro, para que nuestro peludo tenga tiempo de acostumbrarse.
Del mismo modo, asegurarnos de que nuestra mascota está al día en desparasitaciones y vacunas es una de las tareas a incluir antes de la llegada del bebé.
Debemos tener en cuenta que, si la cuidadora principal era la nueva mamá, otro miembro de la familia deberá hacerse cargo para compensar el tiempo que ella no podrá dedicarle, al menos los primeros días.
Hay quien lleva a casa una prenda del bebé antes de su llegada, para que nuestra mascota se acostumbre al olor. También es buena idea dejar que huela al bebé cuando entre en casa por primera vez (protegiendo carita y manos).
Durante las primeras semanas, es prudente no dejar a nuestro perro o gato solos con el recién llegado, debemos estar seguros de que se adaptan el uno al otro y, si nuestro mejor amigo se mostrara abiertamente hostil, extremar las precauciones y consultar a un profesional en comportamiento felino o canino.
Si el bebé recién llegado fuera prematuro os recomiendo extremar medidas de higiene, aunque si nuestra mascota está sana y limpia y limitamos un poco el contacto directo hasta que el bebé esté algo más crecido, no tiene por qué haber ningún problema.
Si el bebé nuevo en casa es una mascota ¡también tenemos que estar preparados!
Si nuestro bebé (humano) es muy pequeño, pero ya gatea o da sus primeros pasos, puede hacer daño sin querer a la mascota, provocando reacciones que pueden evitarse así que es importante que la educación de bebé y mascota vaya en paralelo, estableciendo límites y enseñándoles a respetarse el uno al otro desde el principio de la convivencia.
Aunque compartan espacios, los recipientes de comida y bebida de nuestra mascota, así como el lugar donde hace sus necesidades, deben quedar fuera del alcance de nuestro bebé porque, aunque llevemos desparasitaciones al día, las bacterias y parásitos se encontrarían en boca y heces, de haberlos. Así, mantener una correcta higiene diaria de comedero, bebedero y arenero es una práctica deseable por precaución.
Al contrario de lo que se creía hace algunos años, diversos estudios han demostrado que convivir con mascotas reduce el riesgo de padecer alergias y previene otras patologías, como asma. Además, compartir hogar y tiempo con un miembro animal de la familia, les enseña muchos y muy distintos valores como el de sociabilización y responsabilidad (al tener que hacerse cargo y cuidar de su amiguito) y a establecer vínculos de amor y respeto desde bien pequeños.
Un mayor desarrollo cognitivo, socioemocional y motor de nuestro pequeño es otra de las ventajas demostrada de la convivencia con animales.
Cuidar y atender a mascota y bebé puede ser algo más cansado que estar pendiente solo de uno de ellos pero aquellos que disfrutan de una familia con ambos miembros coinciden en que no la cambiarían por nada del mundo.
Es una pregunta muy repetida en la consulta veterinaria y que, en la mayoría de las ocasiones, no suele acabar siendo el verdadero motivo por el que fueron a la consulta. La respuesta directa y sencilla a esta pregunta es sí, nuestras mascotas pueden tener alergia. Pero en la mayoría de los casos, después de una exploración rápida y un par de preguntas, el diagnóstico suele ir encaminado a otras patologías.
Los gatos, como bien sabemos, no son los mejores amigos de los cambios y, al ser animales tan territoriales, si el cambio que tenemos entre manos es a un nuevo entorno, el asunto es aún más complicado.
Si tienes un conejo en casa, probablemente te hayas fijado en que muchas veces mastica sin tener nada en la boca. ¿Te has preguntado a qué se debe? En este artículo te explicamos las posibles causas de este comportamiento.