¿Nuestras mascotas sudan?
19 junio, 2023
19 junio, 2023
El sudor es un líquido secretado desde las glándulas sudoríparas que tiene como principal función la termorregulación corporal mediante la transpiración.
Por tanto, no todos los animales sudan, sólo aquellos que tienen estas glándulas sudoríparas: los homeotermos o animales de sangre caliente. Este es el caso de mamíferos y aves.
Los animales poiquilotermos o de sangre fría no sudan, lo que hacen es buscar superficies frías para enfriarse o zonas calientes para calentarse. Este es el caso de peces, anfibios, reptiles y artrópodos.
El sudor está compuesto principalmente de agua, sales minerales, urea y ácido láctico. Se secreta por las glándulas sudoríparas de la piel y de ahí, gracias a la evaporación de la superficie de la piel, permite al animal refrigerarse y mantenerse más fresco en función de su temperatura corporal. En los humanos esa temperatura se encuentra entre los 36,5ºC y los 37ºC de forma general, pero en los animales varía, teniendo por ejemplo los gatos y los perros una temperatura más alta, en torno a los 38ºC.
A diferencia de las personas, los perros, no tienen las glándulas sudoríparas distribuidas por la piel, ya que al tener la dermis cubierta por un manto de pelo, dificultaría mucho la sudoración. Por eso, tienen casi la totalidad de sus glándulas sudoríparas situadas en las almohadillas de las patas y en la trufa (nariz). Sin embargo, este mecanismo no es suficiente para controlar su temperatura corporal. Por ello, disponen de otro más, en el que la boca juega un papel fundamental, mediante el jadeo que es por donde consigue eliminar más calor y transpirar.
Este mecanismo es muy útil, pero menos eficiente que la sudoración de las personas, siendo un proceso lento, por lo que hay que tener cuidado en épocas de temperaturas altas, ya que están más predispuestos a sufrir los tan peligrosos golpes de calor, en especial cuando se dejan a las mascotas dentro del coche al sol. Pero no solo al sol, ¡también a la sombra se producen los golpes de calor! No es necesario una temperatura extrema para que tu perro se pueda encontrar en peligro ante esta situación, a veces basta simplemente con superar los 30ºC durante más de media hora. Para evitarlo, te recomiendo una serie de pautas:
Aunque pueda parecer lo contrario, los gatos sudan, pero la cantidad y frecuencia es mucho menor a la de los humanos. Los gatos, al igual que los perros, tienen ubicadas sus glándulas sudoríparas en zonas determinadas de su cuerpo como son: la zona de morro, ano y almohadillas. Pero, esta no es la única manera en la que se refrescan, para perder calor, su mejor sistema es el acicalamiento (¡si es que son muy limpios!). La saliva que queda en el pelaje se evapora y ayuda en la refrigeración.
También duermen en posturas que les permiten estar con más superficie expuesta al fresco, beben mucha agua, están más inactivos e incluso pueden jadear. No confundir este jadeo con el jadeo por estrés, que es de naturaleza completamente distinta.
Como curiosidad, las razas de gatos sin pelo sudan más que las que tienen pelo.
Tienen gran cantidad de glándulas sudoríparas tanto por las tablas del cuello como por su vientre y lomo. Es muy visible esta sudoración después de carreras y grandes esfuerzos, ¡llegando a perder sólo con el sudor 10 litros! Pero teniendo en cuenta su tamaño y volumen, se recuperará con descanso y bebiendo, con cuidado para que no le siente mal.
Las aves, también sudan, pero de una manera diferente a los mamíferos. Los pulmones de las aves están conectados a unas bolsas, llamadas sacos aéreos que se llenan y vacían de aire con cada inspiración y espiración. Su misión es aumentar la ligereza del ave, ayudar en la respiración y evitar un aumento excesivo de la temperatura causado por el vuelo. De esta manera, desalojan mayor cantidad de vapor con la respiración y tardan más tiempo en comenzar a sudar.
Prácticamente no tienen glándulas sudoríparas, por lo que su refrigeración corre a cargo principalmente del intercambio térmico que se produce en sus patas, orejas y cola.
Es muy importante prestar atención a nuestras mascotas, especialmente en los días más calurosos, para evitar golpes de calor. Si notamos que nuestro compañero está sudando en exceso, jadeando constantemente o presenta signos de agotamiento, es crucial actuar de inmediato. Mantener a nuestras mascotas hidratadas, proporcionarles sombra y evitar ejercicios extenuantes durante las horas más calurosas del día son medidas preventivas clave para mantenerlas seguras y saludables durante los meses de verano.
Cuando se trata de mantener a nuestras pequeñas mascotas limpias y cómodas, elegir el lecho adecuado es de suma importancia. Este no solo proporciona una superficie adecuada para que hagan sus necesidades, sino que también ayuda a mantener un ambiente limpio y libre de olores desagradables.
No es una pregunta difícil si ya tienes cierta experiencia con estas pequeñas mascotas, pero si eres nuevo en esto de tener cobayas, necesitarás una serie de pautas y consejos para conseguir que tu mascota se mantenga limpia y sana.
Las vacaciones de verano llegan a su fin y volvemos a la rutina del trabajo. El regreso a la oficina no solo nos afecta a nosotros, también a nuestras mascotas, que ya se habían acostumbrado a pasar más horas con nosotros. Una posible opción para sobrellevar mejor la vuelta es que nuestro perro nos acompañe al trabajo.