¿Por qué es tan importante la salud bucodental de tu perro? (PARTE 2)

Los problemas bucodentales más comunes (encías inflamadas, heridas o bultos en las encías, mal aliento, dientes deteriorados, sarro…) pueden prevenirse de una forma sencilla. Si conseguimos mantener una dentadura sana en nuestra mascota sin duda obtendremos como resultado un compañero con mucha más felicidad y vitalidad ya que podrá disfrutar sin miedo de la comida, del juego, del ocio y hasta conseguirá descansar más y mejor. 

Yo recomiendo que llevéis a vuestra mascota al veterinario por lo menos una vez al año independientemente de su edad y aunque esté aparentemente sano.

Medidas de salud bucodental

Las medidas de salud bucodental incluyen:

1. Alimentación. La parte más relevante de su dieta ha de ser el pienso seco. Quedan prohibidos ciertos alimentos. Lo más acertado si quieres darle un capricho a tu cánido amigo siempre es hacerlo a través de un snack desarrollado específicamente para él. En Vitakraft todos sus snacks se formulan de acuerdo con sus necesidades nutricionales y con una combinación que busca el mejor sabor y una contribución saludable para su alimentación.
2. Vigilar los juguetes con los que juega. Se trata de una medida bastante complicada, pero debemos estar muy pendientes cuando les sacamos a la calle y juegan con palos, piedras o piñas. Pueden llegar a dañar el esmalte, pueden provocar heridas en las encías y cavidad oral, y además pueden provocar problemas digestivos graves si se los tragan. Conviene sacarles de paseo con sus propios juguetes. En Vitakraft tienen juguetes muy simpáticos y seguros para toda clase de perros.
3. Utilizar snacks funcionales que mejoren su higiene dental. Conviene tener siempre por casa un snack especializado que además de encantarles, les ayude con su higiene dental. Una magnífica opción son los Dental 3 en 1 de Vitakraft, su fórmula Stay Clean reduce el crecimiento de las bacterias responsables de la formación de placa dental, retrasan la aparición del sarro, previenen la gingivitis y contribuyen a la cicatrización de posibles heridas. Como veterinario lo considero un producto extraordinario y además está disponible para perros de distintas franjas de edad.
4. Acostumbrar a nuestra mascota a un cepillado de dientes rutinario. Se debe comenzar con esta práctica a partir los dos años. El proceso para conseguir que el perro se deje cepillar los dientes es lento, pero si se insiste con calma y paciencia, lograremos cepillarle los dientes a nuestro perro sin convertirlo en una odisea.

Las primeras experiencias son las más importantes, se trata de que no sean traumáticas para nuestro compañero, sino que lo perciba como un juego.

¿Cómo introducir el cepillado dental en su rutina?

• Primero: Acercaremos la mano a su boca, le acariciaremos e incluso le meteremos un dedo por sus comisuras labiales para tocar encías y dientes. Así, unos cinco o diez días, sin hacer nada más, ni pasta de dientes ni cepillo ni nada. Duración de la sesión: unos 3 minutos.

• Segundo: Colocaremos pasta de dientes en nuestro dedo y haremos lo mismo, intentando que se acostumbre a dicha pasta. Debe ser pasta específica para perros ya que puede tragársela. La pasta de perros además de poder tragarse tiene una composición que la hace más atractiva para la mascota. Otros cinco a diez días también en esta fase, también 3 minutos por sesión. 

• Tercero: Iremos alternando con el dedo y con el cepillo, de forma siempre suave para que no note ninguna molestia durante el cepillado. Si notamos algo que no le haga estar cómodo, retiraremos el cepillo y seguiremos otro día. Esta fase es más larga, pueden ser quince o treinta días, subimos a 5 minutos por sesión.

• Cuarto: Cepillaremos bien ya únicamente con cepillo y pasta todos los dientes.  Empezaremos por los molares, luego caninos y finalizaremos por los incisivos. De 5 a 8 minutos la sesión, cada dos días. 

Sólo con estas medidas evitaríamos más del 80% de los posibles problemas bucodentales durante sus primeros seis años de vida. 

A partir de esta edad la formación de sarro puede ser un problema incluso habiendo actuado de forma profiláctica en temas de salud dental. En este momento es imprescindible acudir al veterinario para que le revise la boca una frecuencia pautada. Es muy probable que entre los siete y los once años de vida del animal comience a ser necesario hacer una limpieza de boca. 

Limpieza bucal profesional

La limpieza de boca sería la última de las medidas. Aquí nos encontramos con un problema que no tienen los dentistas humanos, y es que el perro no colabora con el veterinario como hacemos la mayoría de las personas con nuestro dentista, por lo que es necesario hacer esta limpieza con anestesia general.

Si después de la limpieza de boca no se toman las medidas anteriormente mencionadas, lo más probable es que en poco tiempo (menos de dos años), volvamos a encontrarnos con una situación similar o quizás empeorada que implique la extracción de piezas dentales, gingivitis, halitosis…

Espero haber resuelto todas las dudas relativas a la salud dental de los perros. Insistiré en que, cuando mis clientes toman las medidas con tiempo, reconocen fácilmente que su mascota disfruta más de todo: comidas, paseos, juegos, …  ¡y hasta del descanso!