Psitacosis y otras enfermedades que nos pueden contagiar las aves de compañía
11 agosto, 2019
11 agosto, 2019
Las aves de compañía pueden ser de muy diversos grupos: tenemos desde aves de canto ( canarios, pinzones y gorriones ) las psitácidas ( periquitos, loros, agapornis, ninfas, cacatúas, guacamayos … ) , así como otras aves silvestres que de forma casi accidental llegan a nuestras vidas y que adoptamos a veces por afición, otras por no saber qué hacer ellas…
Estas aves pueden ser portadoras y transmisoras de enfermedades zoonóticas, algunas de ellas con un impacto muy importante en la salud humana.
Las zoonosis son enfermedades que se pueden transmitir de forma natural entre los animales y el ser humano y viceversa. En el caso de las aves este peligro es menor que cuando se trata de otros mamíferos domésticos, por el simple hecho de ser dos grupos taxonómicos bien diferenciados en comparación con las grandes semejanzas que tenemos por ejemplo los humanos con los perros y gatos, y en cambio muy diferentes con los periquitos o canarios.
Pero así como la incidencia suele ser menor, el control y prevención a veces puede ser más complejo por la posibilidad de diseminación de la enfermedad a través de aves salvajes migratorias o aves urbanas con las que es muy complicado realizar ningún tipo de profilaxis y control.
A partir de los años 80 se ha ido incrementando la importación de aves exóticas, fundamentalmente en Europa y Norteamérica, procedentes de países tropicales, en muchos casos de forma ilegal o sin las adecuadas garantías sanitarias, lo que supone un factor de riesgo en la introducción de zoonosis en el ámbito doméstico y para el equilibrio ecológico. Tenemos el caso de Vietnam, que es uno de los países con más tradición en el comercio de aves silvestres y el país que ha declarado más brotes de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad.
Tanto los establecimientos de venta de mascotas como en las exposiciones de aves y los mercados de aves exóticas son lugares muy concurridos, lo cual favorece la transmisión de muchas de estas enfermedades. Este riesgo aumenta cuando son niños los que participan en este contacto, al tener menores precauciones higiénicas.
Las zoonosis más frecuentes que nos podemos encontrar entre aves domésticas y el hombre tenemos:
Es una enfermedad bacteriana característica de aves psitácidas pero no exclusiva de los Psittaciformes (cacatúas, loros, cotorras, periquitos, etc.), preferentemente utilizadas como mascotas. Por todo ello, es una enfermedad profesional de veterinarios, criadores de psitácidas , avicultores y trabajadores de tiendas de mascotas. Además de estas psitácidas, los pavos y gallinas domésticos participan en el mantenimiento de la infección, y también destaca el incremento de casos detectados entre las palomas urbanas. La infección en las aves puede ser muy duradera y a veces se reactiva ante situaciones de estrés. En humanos produce cuadros de neumonía atípica así como síntomas que inicialmente pueden confundirse con la gripe, con dolor articular y fiebre. Los niños, ancianos e inmunocomprometidos pueden tener un cuadro más grave.
Se transmite el virus vía respiratoria, y por contacto con heces infectadas. El cuadro que produce es respiratorio, pero la gravedad depende en gran medida por la cepa que lo origina. Es un virus que tiene altísima variación y que va evolucionando y adaptándose al medio pero de vez en cuando salta y se produce un brote con una cepa de mayor patogenicidad. De los más graves fue el brote con la cepa H5N1 que entró en España en 2006 . Afortunadamente parece que ya es pasado, pero es importante tener en cuenta que es una enfermedad que varía y que sin duda volverá a tener brotes graves en diferentes años.
Afecta a personas inmunodeprimidas, presentando un cuadro respiratorio leve pero crónico, así como también problemas digestivos ( dolor abdominal , diarrea ). Es una enfermedad no muy frecuente ( y menos aún la transmisión a personas ) , pero cuando ésta se encuentra suele estar asociada a alimentación boca-pico.
Suele tener a una garrapata como vector de la misma. Solamente se ha descrito la transmisión a humanos a través de palomas. La cría de palomas ha tenido un repunte en los últimos 20 años, normalmente de aves recogidas directamente de la calle, lo que incrementa el riesgo de la misma. Produce picos de fiebre y procesos neumónicos.
Aunque la salmonelosis tiene un origen mayoritariamente alimentario, no se puede descartar el riesgo de transmisión de salmonelas a humanos por contacto con las excretas de nuestras mascotas, sobre todo cuando la superficie contaminada ( la yacija de la jaula ) está húmeda o tiene un componente hídrico ( agua que cae de bebederos, baños de las mascotas, etc.) y no se respetan las normas higiénicas necesarias. Produce cuadros gastrointestinales ( diarrea, vómitos y fiebre moderada ) .
Afectan más a personas inmunodeprimidas, teniendo a veces a la paloma como vector, suelen producir procesos neumónicos y dérmicos.
Producen lesiones dérmicas, tratamiento sencillo pero prolongado.
A pesar de todo lo anterior, no parece que exista una conciencia del riesgo zoonósico que suponen las mascotas, como quedó demostrado en una encuesta realizada en Reino Unido en 2003 a 300 establecimientos de venta de mascotas (aves y otras especies), en la que un 36% de los encuestados indicaba una ausencia absoluta de riesgo zoonósico y un 11% desconocía la existencia del mismo
Por ello, creo que sería conveniente tomar las siguientes medidas preventivas:
Espero que con estas líneas os hayan servido para conocer y entender bien la responsabilidad que supone tener una mascota en casa. No ya sólo por la necesidad de tenerla en buenas condiciones, sino también por el riesgo que supone para el resto de personas que conviven con ella.
Nos vemos el próximo mes.
No es una pregunta difícil si ya tienes cierta experiencia con estas pequeñas mascotas, pero si eres nuevo en esto de tener cobayas, necesitarás una serie de pautas y consejos para conseguir que tu mascota se mantenga limpia y sana.
Las vacaciones de verano llegan a su fin y volvemos a la rutina del trabajo. El regreso a la oficina no solo nos afecta a nosotros, también a nuestras mascotas, que ya se habían acostumbrado a pasar más horas con nosotros. Una posible opción para sobrellevar mejor la vuelta es que nuestro perro nos acompañe al trabajo.
Las mascotas son fuente inagotable de alegría y diversión para aquellos que compartimos vida con ellas, y su comportamiento nos arranca más de una carcajada y seguro que bigotes o pelos nos han provocado cosquillas más de una vez, pero ¿y ellos? ¿experimentan cosquillas?