¿Sabemos como ven los gatos?
21 julio, 2022
21 julio, 2022
Los ojos de los gatos son un gran diseño de la naturaleza. Tienen una pupila capaz de adaptarse de forma muy eficiente a los cambios de luz, pasando de cubrir prácticamente todo el iris en la oscuridad a convertirse en una diminuta rendija ante un día soleado. También tienen un tercer párpado interno, llamado membrana nictitante, que protege el ojo de la sequedad o el daño y les permite vigilar una presa sin apenas parpadear.
Además de estas fabulosas características, tienen una capa reflectante detrás de la retina, llamada tapetum lucidum, que refleja la luz entrante y amplifica su visión en la oscuridad. El tapetum también es el responsable de que sus ojos brillen en la oscuridad cuando una pequeña cantidad de luz incide en ellos. Seguro que más de una vez te has despertado por la noche y te has asustado cuando has visto esos dos ojos brillando al final del pasillo, para después darte cuenta de que es tu gato.
En realidad, no se sabe con seguridad cómo ven nuestros felinos, pero ¿qué creen los expertos a día de hoy?
La visión nocturna de los gatos es muy superior a la de los humanos. Esto se debe a que sus ojos fueron evolucionando para proporcionarles gran ayuda en la caza nocturna y de ahí que se hayan adaptado a ver incluso con una luz muy tenue, si bien no pueden ver en la oscuridad total, pueden ver con solo una sexta parte de la luz que necesitaríamos nosotros.
Tienen de seis a ocho veces más células receptoras encargadas de detectar la luz a niveles bajos, llamadas bastones, que nosotros. Otra ventaja anatómica es la gran capacidad de dilatación de su pupila y su tapetum lucidum, que refleja la poca luz que capta el ojo y la amplifica. Para que te hagas una idea, si tuvieras visión de gato podrías conducir por la noche sin necesidad de luces.
Los humanos tenemos mejor agudeza visual o claridad de visión que los gatos. Esto se debe, como comentaba antes, a que en los ojos de los gatos dominan los bastones, células receptoras especializadas en ver con luz tenue y tienen menos conos, que son las células encargadas de ver los colores a plena luz.
Los humanos tenemos tres tipos de células cono receptoras especializadas en captar los colores rojo, verde o azul. Por el contrario los gatos, tienen sólo dos tipos, careciendo del color rojo por lo que sólo pueden ver algunos colores. Pero seguramente su espectro es diferente. Los dos conos detectores de color de los gatos les permiten ver longitudes de onda de luz azul-violeta y amarillo-verde, pero se cree que no ven el rojo-naranja. Entonces, al igual que los perros, los gatos ven cosas principalmente en tonos de amarillo, gris y azul.
La colocación de los ojos en su cabeza, el gran tamaño de estos y las delgadas pupilas de los gatos, son capaces de proporcionarles un campo de visión más amplio y un mayor rango de visión periférica. Al menos de unos 200 grados, mientras que el de los humanos es de 180 grados.
Debido a que los gatos carecen de los músculos necesarios para cambiar la forma de sus lentes oculares, no pueden ver las cosas tan claramente como los humanos. Necesitan estar más lejos, con lo que se cree que enfocan peor de cerca que nosotros. Sin embargo, se cree que sus pupilas verticales les dan ventaja a la hora de enfocar y calcular la distancia con un objetivo en movimiento en el momento de la caza. Es por eso que antes de abalanzarse a atrapar el juguete con el que jugáis, se prepara y lo observa detenidamente durante un tiempo.
Es muy interesante y tentador tratar de entender cómo ven nuestros gatos el mundo, el mismo mundo que compartimos con ellos. La ciencia trata de darnos respuestas, pero no debemos olvidar que, mientras no podamos ver con sus ojos, es difícil asegurar que estas respuestas sean acertadas. Quizá en un futuro podamos descubrir el modo de entender cómo ven, pero, por ahora, tendremos que conformarnos con lo que sabemos.
No es una pregunta difícil si ya tienes cierta experiencia con estas pequeñas mascotas, pero si eres nuevo en esto de tener cobayas, necesitarás una serie de pautas y consejos para conseguir que tu mascota se mantenga limpia y sana.
Las vacaciones de verano llegan a su fin y volvemos a la rutina del trabajo. El regreso a la oficina no solo nos afecta a nosotros, también a nuestras mascotas, que ya se habían acostumbrado a pasar más horas con nosotros. Una posible opción para sobrellevar mejor la vuelta es que nuestro perro nos acompañe al trabajo.
Las mascotas son fuente inagotable de alegría y diversión para aquellos que compartimos vida con ellas, y su comportamiento nos arranca más de una carcajada y seguro que bigotes o pelos nos han provocado cosquillas más de una vez, pero ¿y ellos? ¿experimentan cosquillas?